Marcos Villamil, ingeniero agrónomo, llevó adelante su sueño de recorrer todo el país a caballo.
- Pauline Walker
- 1 abr 2023
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 3 abr 2023


¨¨No se desanimen cuando compartan un sueño y la gente les diga que es una locura, que es imposible. Sólo ustedes sabrán el deseo de traer ese sueño a la realidad, que luego se convertirá en el motor de su andar¨...
La travesía duró 15 meses, cabalgando con tres caballos que crio y domó él mismo: Mora, Wayra y Tordo, pasó por 16 provincias y recorrió 9000 kilómetros.
Pero hay una historia detrás de hacer realidad este sueño, de estas ganas de conocer el país desde adentro, sus costumbres, sus personas, sus paisajes…
Una historia ligada al campo y a los caballos, se puede decir que aprendió a andar a caballo antes que a caminar. Las largas temporadas en el campo de su familia en General Alvear, no fueron en vano, y a los 17 años ya domaba sus propios caballos.
La pérdida de su padre, a temprana edad, lo conectó con la finitud de la vida, y quizás le dio una madurez especial para enfrentar desafíos. Hizo una cabalgata de 300km a los 19 años, con poca experiencia y muchos sin sabores y otra de 1.000km a los 22 años, con un grupo de amigos, ya más preparada.
Sin embargo, quedaba pendiente una mayor desafío, el de recorrer toda la Argentina a caballo, y nada menos que por el 2020 en dónde la Pandemia seguía azotando.
¨No quería que nadie me contará como era esa Argentina de tierra adentro, de gente amable y sin prisa, quería conocerla con mis propios ojos. Por esa época, tenía 27 años, estaba trabajando en un banco y tenía dos emprendimientos (una empresa vinculada a la educación y un catering de asados), era el momento para hacerlo, después vendrían nuevas responsabilidades¨.
¨De mapas y caminos no se mucho, comenta Marcos, me guiaba el pasto y el agua y lo que me indicaba la gente¨. Cuenta que andaba un promedio de 30km por día, con trayectos de 15 días, 10 de marcha y 5 días de descanso y alimento especial para los caballos.
¨Dormí en 200 casas de argentinos y en 60 arroyos y ríos de nuestro país. Dormía a la intemperie, con las estrellas como principal escenario o resguardado del frio en una carpa¨.
En su recorrido cada provincia le regalo su paisaje particular: ríos, montañas, sierras de colores increíbles, picos nevados, vegetación imponente, como la del impenetrable y Chaco Salteño
En el camino hubo buenos y malos momentos:
¨Experiencias lindas: la ayuda de la gente, como abre las puertas de sus casas y le dan a uno todo lo que tienen¨.
¨ Santa Cruz, sin lugar a dudas, fue la parte más dura. Casi nos caemos por un barranco de 500 metros por el viento que nos empujaba y luego nos agarró la nieve en la cordillera y tuvimos que dormir en el medio de la montaña con la nieve y el frio que apretaban¨.
Marcos hizo de este hobbie un trabajo y ahora se dedica a desarrollar cabalgatas para turismo. Además, desde Jornaderos, busca general un cambio en la gente que trabaja o está vinculada con el campo, capacitarlos para que mejoren su calidad de vida.
¨ Argentina es un país inmenso con muchísimas diferencias entre sus regiones y sus costumbres. Sin embargo, pude observar que hay algo que nos une por igual como argentinos y esto es la gauchada. Hagámonos fuertes en este valor que tenemos, el de siempre estar atentos para ayudar y abrir las puertas al otro. Es un valor increíble que vale la pena remarcar¨, concluye Marcos Villamil



Recuadro: Se hace camino al andar
Partió de General Alvear, cruzó las sierras de Pigué hasta los montes caldenes pampeanos, atravesó el valle de Río Negro y bordeó la Cordillera de los Andes. Allí comenzó a bajar hasta cruzar el Estrecho de Magallanes y alcanzar uno de sus grandes objetivos: lo más austral, Tierra del Fuego. Después de llegar a Ushuaia llevó los caballos en flete hasta San Rosa (La Pampa) . La idea: subir cabalgando por Córdoba, Tucumán, Catamarca, Salta, Jujuy, Chaco, bajar por el litoral para regresar al punto de partido, sus pagos de General Alvear.
@abrazarte.argentina
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