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Telma Castro, por el Sendero de las Cúpulas

  • Foto del escritor: Pauline Walker
    Pauline Walker
  • 2 nov 2022
  • 5 Min. de lectura


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Telma Castro, el sendero de las cúpulas


Una mujer multifacética, si las hay. Nacida, criada y gastada en Tigre, como le gusta presentarse, es ejemplo de disciplina y perseverancia a la hora conquistar sus sueños. Trabajó muchos años en la docencia y en la parte de finanzas de una empresa familiar, pero su corazón estaba ligado al arte. Es Profesora Nacional de Grabado y Licenciada en Artes Visuales. Reconocida internacionalmente dentro del Grabado, siempre busco dejar su impronta, su huella, en su país y en especial en su querido Tigre, en donde es notable su compromiso para difundir la cultura y el arte de este municipio.


Un poco de historia


En ella nada es casual, aunque primero tuvo que cumplir con algunas exigencias familiares a la hora de elegir sus estudios. ¨Para mi madre, si no eras ¨maestra¨ y ¨hablabas ingles¨, no eras humana. Es así que hice el magisterio en el ¨San Isidro Labrador¨ y al poco tiempo también ingresé en Ciencias Económicas en la UBA¨.

Sin hermanos varones y siendo la primogénita de la familia todas las exigencias estaban puestas en Telma que debía ocuparse de la empresa familiar. Mientras tanto ella se debatía entre el deber y el ser, ese ser que quería aflorar de forma más libre y ligado a lo artístico.

Tuvo que esperar a casarse para empezar a desplegar sus alas. Aunque los primeros años volaron entre el hogar y los cargos de preceptora por la mañana, vicedirectora por la tarde y profesora por la noche.


Entre tapices y canastos

En el taller de Nora Aslan, arquitecta y artista visual argentina, incursionó en el mundo de la cestería botánica, los tapices y la escultura, el camino hacia el arte se empezaba vislumbrar. Luego llegaron las exposiciones y el conocimiento de otros artistas. ¨Persuadida por mi esposo y por Nora Aslan y previa consulta a un grafólogo, ingresé en la carrera de Bellas Artes del Instituto Santa Ana, a los 40 años¨.

En ese salto casi cuántico que dio Telma hubo exigencia, excelencia, libertad, empeño, investigación, trabajo para concretar ¨la idea¨, insatisfacción, siempre se puede hacer algo más o mejor…


En los orígenes… El grabado

Incisión. Marca. Huella. Impronta. El grabado es un arte y una técnica muy antigua, es lo que el hombre ha dejado como testimonio de su época, de su cultura. Y de esa técnica se valió Telma para seguir expresando su arte. ¨Me empeñé casi con tozudez en el nuevo descubrimiento y luché no sólo con las prensas, las tintas y las herramientas sino también, con el exigente profesor Antonio Latorre, convertí mis manos en ejemplares de cutículas quemadas, uñas negras y un muestrario de lastimaduras¨.

En esa vorágine se manejaba cuando decidió buscar una forma de hacer grabado más orgánica y no tóxica y es ahí cuando le presentan a Matilde Marín, una artista contemporánea y académica argentina que desarrollaba obra en múltiples disciplinas incluyendo grabado, fotografía y video.

¨Matilde acababa de ganar el Konex de platino por su visión contemporánea del arte, sus métodos de avanzada y su apertura para transmitirlo a otros artistas. Su ejemplo y empuje nos llevó hacer talleres con artistas que traía del exterior¨


Perfeccionamiento y exhibiciones en el exterior


Por una selección de sus trabajos la invitan hacer un perfeccionamiento en la Universidad Estatal de Nueva York. Y allá va. ¨Fue una oportunidad única de aprendizaje. Trabajé sobre el tema ¨Laberinto¨. Investigué en la biblioteca de la universidad para fundamentar mi obra e hice la serie ¨Laberinto urbano¨, ¨Laberinto americano¨ y ¨Laberinto interior¨. En la muestra final de todos los trabajos su obra fue seleccionada para integrar la colección del Museo Simón Dorsky. Luego la invitaron a la Bienal de Arte Contemporáneo en Florencia, si bien había otros argentinos que habían sido invitados por pintura, ella era la única grabadora argentina.


Nuevos desafíos y vuelta al pago


¨Después vino todo lo demás. Las muestras locales y mi nuevo desafío: la licenciatura en artes visuales en la USAM¨, cuenta Telma, como algo normal, cuando podríamos decir, que a esta altura, se ha convertido en una mujer más que humana, casi ¨superpoderosa¨, que además integra y promueve varias fundaciones y asociaciones culturales, solidarias y artisticas de Tigre.

Por la misma época, ya pierdo la cuenta, hizo una Diplomatura en Gestión Cultural y Turismo, en forma virtual, en la Ortega y Gasset de España. Para esa Diplomatura presentó un trabajo sobre Tigre: ¨El sendero de las cúpulas¨, un proyecto que pone en valor un recorrido, que es como un museo a cielo abierto, un patrimonio a resguardar, con sus clubes de remo, sus cúpulas, sus historias y estilos arquitectónicos de su Tigre querido.

¨Fue un trabajo que disfrute mucho, investigue, hice los bocetos, las tallas en madera, los relieves de las cúpulas, el papel de algodón… Y lo mejor, por el 2019, lo pude exponer en el Museo de Arte de Tigre (MAT) ¨

Es así, que gracias a sus grabados se puede volver a recordar la historia y la cultura de una época, que quedó atesorada en las cúpulas como huella y como marca de un tiempo de esplendor en el partido de Tigre. En la foto de apertura se pueden ver las cúpulas: del Buenos Aires Rowing, del Club de Regatas La Marina, del Rowing Club Argentino, del Tigre Hotel, hoy inexistente, del Tigre Club, actual MAT y la de Cristo Rey, antigua capilla flotante, su cúpula se puede ver en el Destacamento de Policía, en la confluencia del río Carapachay con el Paraná de las Palmas.



Para Telma el arte es poder ser, es sentir, es mostrar a los demás, por eso los invitamos hacer este recorrido y al mirar al cielo descubrir las cúpulas que todavía están en pie, como testigos de una época gloriosa!



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Epígrafe foto

Dentro del grabado muchos de sus temas tienen que ver con la introspección: ¨El color del cristal con que se mira¨, ¨Lo que no se dice¨, ¨El Laberinto¨, ¨Ver y poder ser¨, ¨Paz Hará¨. Arriba: ¨Primavera en el Delta¨, abajo, ¨Te doy una mano¨.





· Recuadro


Sus referentes y maestros

En la época del taller de Nora Aslan conoció a Adolfo Nigro, que le enseñó hacer papel con fibras vegetales, que luego incorporó a sus trabajos. Luego llegaría el taller: ¨Molino de Pan¨, de Silvia Pérez, que la conoció viendo el programa ¨Utilísima¨. Con Matilde Marín, como habíamos mencionado, conoció una forma más orgánica de hacer grabado y se conectó con un montón de artistas que su profesora traía del exterior: Regina Rotwailer de Brasil, con la que trabajó el carborundum con su aterciopelado resultado. Rimel Cardillo, en ese momento director del departamento de Grabado de la Universidad Estatal de Nueva York, fue otro de sus referentes y Héctor Saunier, con el entretodo simultáneo con tintas al agua, con el que aprendió el fotograbado y silkscreem. También se conectó con artistas de primera línea del grabado nacional como Marta Perez Tempperley, Graciela Zar y Teresa Pereda, entre otros. De su paso por la USAM se lleva el recuerdo de profesores como Carlos Ruta, Ricardo Ibarlucea, Hugo Bauzá, Virginia Funes, que le dieron la otra cara del arte, el sustento teórico de lo que venían haciendo desde la espontaneidad e intuición. Dentro de la Diplomatura en Gestión Cultural, recuerda con admiración a Toni Puig, el creador de la marca Barcelona.


Destacamos entre sus premios: "Medusa aurea" de la Academia de Arte Moderno de Roma y el de Calidad de las Américas, de la Academia de Arte y Ciencia de Brasi .


Pauline Walker




Por más información: Telma Castro - www.telmacastro.com.ar

Licenciada en Artes Visuales UNSAM Profesora Nacional de Grabado

 
 
 

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